El software libre no es solo una alternativa gratuita a los programas informáticos de siempre, sino que sus ventajas van mucho más allá.
El software libre permite usar con total libertad cualquier tipo de software, así como ver su código y colaborar para adaptarlo.
El sistema operativo Linux, el navegador Mozilla Firefox, el reproductor VLC, el editor gimp o las suites como LibreOffice, son algunos de los programas de software libre mayormente utilizados.
Al adoptar usar software libre, se apoya el trabajo colaborativo y la democratización, es decir, el acceso de todo el mundo a software de calidad.
No obstante, el software libre tiene importantes retos, como mejorar algunos programas que todavía son incompletos, o cuentan con fallos e incompatibilidades.
Sin embargo, apostar por este tipo de software merece cada día más la pena, y sus inconvenientes no son tantos como para utilizar y pagar el alto coste del software privativo.