Leo Brouwer es una figura fundamental de la guitarra y la música contemporánea en general. Creador de un movimiento de técnica guitarrística revolucionario y combinaciones de géneros musicales nunca antes exploradas que aún continúa en activo. Se ha convertido en uno de los compositores de guitarra clásica con más influencia a nivel internacional.
BIOGRAFÍA
Juan Leovigildo Brouwer Mesquida, comúnmente conocido como Leo Brower, es un influyente músico, compositor, guitarrista y director de orquesta cubano. Nace el 1 de marzo de 1939 en La Habana, en una familia cuyo apellido ya era sonado en el mundo de la música.
Esto se debe a que su abuela, Ernestina Lecuona de Brouwer, fue una importante compositora y pianista. Pero no sólo por ella, pues Brouwer también es sobrino nieto del gran Ernesto Lecuona y primo de la también compositora y cantante Margarita Lecuona.
En la actualidad, Leo Brouwer cuenta con 85 años de edad y continúa en activo realizando cursos, clases magistrales, galas y conciertos benéficos por todo el mundo.
CARRERA MUSICAL
Los inicios de Brower con la guitarra fueron en el ámbito familiar a la edad de 13 años. Lo animó su padre, quien era guitarrista amateur además de médico, pero su primer maestro fue Isaac Nicola, prominente guitarrista y profesor cubano. A lo largo de su carrera se formó en diversos centros como el Conservatorio Perellade de La Habana, la Universidad de Hartford o la Juilliard School, donde mejoró su técnica compositiva.
Su carrera como intérprete inició en 1955 y poco a poco fue ganando más renombre, llegando a participar en los más grandes festivales y eventos mundiales. Fue profesor en el Conservatorio Nacional de La Habana y ha dirigido importantes agrupaciones como la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba o la Orquesta de Córdoba.
Gracias a su prestigio se ha convertido en Miembro Honorífico del CIM, la IMILA, la American Academy of Arts and Letters y la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Nobles Letras de España. Además de recibir más de trescientas distinciones internacionales artísticas y académicas. Entre ellas destacan el premio Manuel de Falla, el título doctor honoris causa en diversas instituciones, la Orden Pablo Neruda y dos Grammy Latinos.
REPERCUSIÓN
Leo Brouwer es uno de los músicos dentro de la música académica contemporánea más reconocidos, todo gracias a su gran labor como guitarrista, pedagogo y director orquestal. Además de ser uno de los compositores para guitarra clásica con repertorio más variado y técnico.
Ha logrado explorar el instrumento desde las micropiezas, llegando a un estilo vanguardista basado en el pensamiento y arte de nuestro tiempo. Inspirado en la riqueza y diversidad rítmica y armónica de la música cubana e influido por autores como Stravinsky, Bartok, Tárrega, Ives y Kagel entre otros.
Brouwer ha revolucionado el mundo de la composición ampliando las posibilidades del instrumento con un enfoque innovador. Así ha obtenido como resultado obras que combinan elementos de distintos géneros como la música clásica, vanguardia, jazz y folk.
Además de sus composiciones, este gran músico ha aportado un desarrollo expresivo del instrumento y la transformación de la técnica guitarrística. Esto conseguido mediante nuevos efectos, como la percusión con ambas manos o el uso de afinaciones no tradicionales de las cuerdas; valores extra guitarrísticos, como tocar con arco; y cambios morfológicos, planteando la transformación en las estructuras compositivas.
OBRAS RELEVANTES
El repertorio de Leo Brouwer es muy amplio y variado, pues no cuenta únicamente con obras y conciertos guitarrísticos, sino que también incluye arreglos orquestales y piezas para otros instrumentos. Este es otro de los motivos que lo hacen resaltar entre otros compositores de guitarra clásica contemporánea.
Los expertos tienden a dividir su composición en tres etapas. En la primera, más nacionalista, destacan títulos como Pieza sin título, Recitativo, Danza característica, Cuatro micropiezas y Homenaje a Falla. En la segunda, explorando las vanguardias, encontramos obras como Cánticum, Tres danzas concertantes y Elogio de la danza, además de sus Estudios sencillos para el estudio de la técnica guitarrística.
Y por último, en la tercera y neo-romántica etapa, destacan piezas como Espiral eterna, Paisajes Cubanos, Preludios epigráficos y su archiconocido El Decamerón negro.